La transpirabilidad es uno de los factores que más tenemos en cuenta a la hora de fabricar nuestros nidos, ya que aporta una gran cantidad de beneficios que mejoran el descanso y la protección de nuestros hijos.
Esta propiedad hace que el aire circule con facilidad y esto tiene muchas ventajas:
– Reduce la acumulación de CO2: evitando el riesgo de muerte súbita del lactante, que afecta a los bebés de menos de 1 año. Si el entorno en el que duerme el bebé no es transpirable, se crean bolsas de CO2 y el riesgo de muerte súbita aumenta considerablemente.
– Evita la acumulación de humedades y mantiene la temperatura corporal del bebé: una mayor transpirabilidad mantiene el aire fresco y seco, evitando el sobrecalentamiento. Una temperatura estable mejora el descanso del bebé.
– Evita la proliferación de ácaros y bacterias: reduciendo también el riesgo de alergias ambientales.
– Textil de algodón orgánico: es el más transpirable del mercado, evita sudores y mantiene la zona limpia para tu bebé. No contiene ningún tipo de sustancia química y eso reduce también las alergias en la piel.
Sin duda la transpirabilidad es algo que tenemos que tener muy en cuenta a la hora de comprar un nido, una cuna o un colchón donde nuestro bebé vaya a dormir. Ganaremos en seguridad y mejoraremos el descanso de nuestros bebés.