El colecho consiste en compartir cama padres e hijos. La verdad es que últimamente parece que hay mucho debate entorno a si es bueno o malo, obviamente es una decisión muy personal y a cada familia le funciona una cosa. Yo voy a intentar resumiros aquellas ventajas que considero que tiene el colecho.
– Comodidad para la madre: los bebés recién nacidos se despiertan varias veces a lo largo de la noche para comer, si lo tenemos a nuestro lado es mucho más rápido y cómodo atenderle. Así evitamos tener que levantarnos de la cama y te desvelas menos.
– Los bebés duermen más tranquilos: al bebé le gustar sentir la cercanía de sus padres, ahí se siente seguro y feliz, incluso el ritmo cardíaco del bebé se vuelve más estable y la respiración se sincroniza con la de sus padres, de ese modo se evitan las apneas.
– Mejora las relaciones afectivas del bebé con los padres: es cierto que el roce hace el cariño.
– Los bebés que duermen con la madre comen más: el colecho favorece la lactancia materna, los bebés que tienen a su mamá cerca comen más y durante más tiempo, lo cual favorece su crecimiento.
Como veis, a priori parece muy beneficioso practicar el colecho verdad? Si, pero con precaución, porque también tiene inconvenientes:
– riesgo de asfixia, aplastamiento o incluso de padecer el síndrome de muerte súbita del lactante. Cuando dormimos no controlamos todos nuestros movimientos y podemos sin querer aplastar al bebé o le puede caer un cojín/sábana encima.
– puede caerse de la cama: aunque lo normal es que duerma entre el padre y la madre, también existe ese riesgo si por despiste el bebé se queda en un lado.
– estado de alerta: si bien hay padres que duermen mucho más tranquilos teniendo a sus bebés al lado, otros se pasan la noche sin pegar ojo mirando a ver si el bebé se encuentra bien.
¿Entonces qué podemos hacer para disminuir o eliminar estos riesgos?
Para practicar el colecho seguro, los nidos son la solución! Se puede colocar en medio de la cama de los padres , lo cual nos permite tener al bebé bien cerquita pero respetando su espacio, así evitamos que pueda quedar atrapado debajo de las sábanas, que ruede hacia nosotros etc..
Dormir con el bebé es una práctica segura si se hace bien. Evitar todo hábito que resulte negativo para el bebé: tabaco, alcohol, medicación que cause somnolencia…
Lo importante es poder elegir con libertad y que la pareja se ponga de acuerdo.
¿Y tú? ¿Cual ha sido tu experiencia o cual es tu opinión respecto a este tema?